lunes, 17 de septiembre de 2012

Un año de bici

Ya hace un año que comenzó mi pequeña aventura como ciclista urbano. Desde entonces, 3.300Kms y un uso diario de la bicicleta con poquísimas excepciones, dan fé del éxito de mi iniciativa.
Al principio, dudaba. Si la bicicleta escogida hubiera sido mi vieja mountain bike o una plegable baratita, como las del decathlon (que fué mi primera opción), la presión hubiera sido mucho menor. Pero la Brompton no es una bicicleta barata, y eso añadía un plus de responsabilidad a mi iniciativa. No es plan de cansarte de ir con la bici a las 3 semanas y dejarla aparcada sin más. Así que, esto tenía que funcionar sí, o sí.
Pero quizá esa presión extra ha sido la motivación que necesitaba para garantizar el éxito de mi cambio de hábito. Poco a poco, la Brompton se ha ido convirtiendo en una compañera inseparable con la que voy a todas partes en mis desplazamientos urbanos. La bici ha añadido un plus de flexibilidad a mis recorridos, ya que me permite ajustarlos para pasar por determinada tienda a comprar algo que necesito sin necesidad de tener que estudiar previamente si por allí pasa algún autobús que me sirva o hay una parada de metro cercana. Las primeras semanas me daba algo de corte entrar con ella en una tienda, pero a día de hoy, es algo perfectamente habitual y me resulta un gran valor añadido.
Por otra parte y, aunque no era esa la idea inicial, también supone cierto ahorro. Si antes gastaba unas 50 tarjetas T-10 al año, ahora gasto exactamente la mitad. Eso significa unos 220 euros anuales menos en transporte. Y que la bicicleta se habrá amortizado en poco más de 4 años. De hecho, contando el ritmo al que sube el precio del transporte público. Probablemente será antes. Y eso por culpa del precio de adquisicion de la Brompton. Porque si nos fijamos en el coste de mantenimiento anual, la cosa es de risa. Mi inversión en mantenimiento durante 1 año se ha reducido a
- 1 lata de crema Proofide para el sillín (creo que costó 11 euros y durará años)
- 1 bote de desengrasante para la cadena. Y que en realidad comparten todas las bicis de casa (14 euros)
El aceite para lubricar la cadena ya lo tenía en casa (también es compartido con las otras bicis), aunque un bote cuesta del orden de 3 euros en Decathlon.
Y aquí se acaba todo. No he cambiado la cadena y sigue sin dar síntomas de fatiga. Seguramente haya que cambiarla sobre los 5.000Kms, pero ya se verá (y el coste de una cadena ronda los 10€). Y tampoco he cambiado aún los neumáticos. No he pinchado ni una sola vez en este tiempo y todavía no acusan un desgaste excesivo. Así pues, si no fuera porque la Brompton tiene un coste de adquisición considerable, utilizar la bicicleta como transporte habitual es considerablemente más barato que usar, no ya el coche o la moto, sino el transporte público en cualquier modalidad. Y, por lo que a mí respecta, mucho más agradable.



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