martes, 20 de noviembre de 2012

Luces

Acaba octubre y, como por arte de magia (más bien por el arte de retrasar una hora el reloj), de un día para otro anochece mucho antes de lo que acostumbraba. Sales del trabajo y es prácticamente obligado llevar luz en la bici.
El otoño pasado ya pasé por esta situación y me compré una luz delantera para la Brompton. La trasera no era necesaria. Los chicos de Cap Problema tuvieron la amabilidad de regalarme una, que pusieron en el lugar del catadióptrico trasero que viene de serie, al comprar la bici. A la hora de decidir qué luz delantera instalar, solo tenía clara una cosa: quería que alumbrara bastante y que pudiera recargarse o llevar pilas recargables. No me interesaban esos engendros LED formados por 2 pequeñas luces en una abrazadera de silicona que se coge al manillar, ya que están pensados más para que te vean que para iluminar el camino y generalmente funcionan con pilas de botón y no con recargables.

Acabé comprando un faro Cateye HL-EL520, como el de la imagen. No es especialmente barato (me costó sobre los 40 euros de oferta), pero para ser una luz de pilas, tiene una potencia considerable, (1800 candelas). Es un pelín grande, pero es posible dejarla puesta en el manillar con la bici plegada, aunque normalmente cuando no la uso la llevo en uno de los bolsillos de la S-Bag.
El funcionamiento es bien sencillo: tiene un único botón con el que, mediante pulsaciones sucesivas se enciende en 2 intensidades diferentes y se apaga. Sus únicas pegas:
  • para apagarla hay que mantener el botón de encendido presionado durante varios segundos. No serán más de 5, pero se hacen eternos. 
  • La otra pega es que el compartimento de las pilas es algo estrecho. Está pensado para cuatro pilas AA normales, pero intenté utilizar pilas recargables de 2100 mAH y no cabían. Descubrí que, en esa capacidad, las recargables AA son un poquito más gruesas que las pilas normales y, al ser el espacio tan justo, no caben en el compartimento. No sé si dependerá de la marca de pilas (las que yo llevo son de marca blanca de Alcampo). En cualquier caso, utilizando pilas de 1700mAH o de 1500mAH no hay ningún problema y la luz sigue siendo más que suficiente.
Por lo demás, funciona muy bien: ilumina considerablemente y las pilas duran bastantes horas. 
Sin embargo, este otoño he tenido que comprar una luz para la bici de mi mujer y he cogido una de esas luces mini con 2 LEDs y pila de botón que venden en Decathlon y que el año pasado desestimé alegremente. ¿El motivo? Con la experiencia me he dado cuenta de que en ciudad apenas necesitas que la luz te ilumine el camino. De eso ya se encargan el alumbrado urbano y las luces del resto de vehículos. Yendo por la ciudad la luz sirve para señalizarte más que otra cosa y ese papel lo cumple sobradamente una de estas luces LED. La verdad es que sorprende la intensidad de su luz que incluso ilumina el camino un poco, aunque, al no ser direccionales, lo hace forma poco efectiva. Pero es que, en los 15kms de vuelta a casa cada tarde solo hay un pequeño tramo de unos 50 metros en el que pueda decir que la luz que yo llevo justifica su potencia. En el resto del trayecto me bastaría con una de esas mini-luces.
Si hoy tuviera que volver a comprar una luz delantera, seguramente sería una como la que acabo de comprar para mi mujer o alguna similar que pudiera recargarse por USB, como las Knog. Salvo que pensara dedicarme a hacer recorridos nocturnos por zonas no urbanas, creo que no es necesario mucho más. Y, además, el precio no tiene comparación...

martes, 13 de noviembre de 2012

4.000 Kms

Ya he recorrido 4.000 kilómetros con la Brompton. Esto ya son números de vértigo. Y es que, por mucho que fuera matemáticamente previsible que tardaría poco más de un año en llegar a un kilometraje de esta magnitud, supongo que siempre tuve cierta dosis de desconfianza respecto a mi capacidad para mantener la constancia que la aventura requería.

Por lo demás, la tónica habitual: La bici sigue en perfecto estado y no ha requerido más mantenimiento que el engrasado habitual. Sigue sin haber ruidos ni holguras y tanto los frenos como la cadena todavía aguantan en buenas condiciones. Continuo con mi dejadez crónica a la hora de hinchar los neumáticos (creo que al final me compraré una bomba de pie para no tener excusa e inflar las ruedas en casa)  en los que, ahora ya sí, se aprecia un desgaste muy evidente, sobretodo en el trasero, que ya reclama un cambio. Al delantero aun le quedan algunos kilómetros más. Así que supongo que compraré 2 cubiertas y las cambiaré en algún momento antes de fin de año. Tendré que pensarme si seguir con las Brompton Kevlar o pasar a usar Marathon. La gente habla muy bien de estas últimas, pero la verdad es que las Brompton no han dado mal resultado. No he pinchado ni una sola vez y el agarre es bastante digno incluso en mojado. Veremos a ver...