lunes, 13 de febrero de 2012

Lo que te pierdes yendo en metro

El otro día hice esta foto en el camino a casa. La verdad es que yendo en coche creo que no había pasado nunca por la puerta de la torre Agbar y, desde luego, en metro todavía menos. Esta vez incluso pude detenerme a hacer una foto. Otra ventaja más de ir en bici.

viernes, 10 de febrero de 2012

Limpieza de la cadena

Otra de las sorpresas que me he llevado en mi transición de ciclista esporádico a usuario habitual ha sido enterarme de que la cadena de la bici tiene una duración limitada y hay que cambiarla cada cierto tiempo/kilómetros. De hecho, esto no solo aplica a la cadena, sino al resto de la transmisión (piñones, platos y, en menor medida, el pedalier). En mis otras bicicletas jamás había pensado que tuviera que cambiar estas piezas debido al uso. Pero parece ser que es lo normal. A fuerza de kilómetros, el desgaste que supone el rozamiento continuo nos obliga a cambiar estos componentes.
Una de las claves para alargar la vida de la cadena está en el mantenimiento. Es importante limpiarla con cierta frecuencia y que esté bien lubricada. A mayor suciedad, mayor desgaste de todo el conjunto. Y, por tanto, con más rapidez deberemos cambiarla.


Además, en una bicicleta plegable que la cadena esté limpia es, si cabe, más importante que en otras. Aunque en la Brompton la cadena queda en el interior del paquete que se forma al plegar la bici y es difícil mancharse, siempre es posible que ocurra por el mero hecho de cargar con ella, entrar al metro, dejarla debajo de la mesa en el trabajo... Así pues, mejor mantenerla en condiciones.
Para ello he comprado el producto que se ve en la foto. Aunque he visto que existen de muchas marcas, este lo venden en el Decathlon y cuesta algo menos de 15€. Lleva un bote de desengrasante y realmente deja la cadena muy limpia sin necesidad de desmontarla. El invento es, en realidad, muy simple: la pieza de plástico actúa a modo de contenedor del desengrasante y tiene una guía por la que pasa la cadena y unos cepillos giratorios que recogen el desengrasante del propio depósito y lo aplican al paso de la cadena.  Basta con "morder" la cadena con esta pieza de plástico, encajándola en la guía, echar algo de desengrasante y mover los pedales hacia detrás para forzar el movimiento de la cadena. No hay más misterio. Pero la verdad es que funciona muy bien. Eso sí, mejor poner algo en el suelo debajo de la bicicleta, porque el líquido que pueda derramarse (desengrasante mezclado con la suciedad de la cadena) mancha!
Una vez que se acabe el bote de desengrasante que viene con el producto, aunque en el propio Decathlon venden recambios, la verdad es que no es necesario comprarlo. Se puede llenar directamente el depósito con KH7 o cualquier otro producto similar que tengamos en casa y, a buen seguro, el resultado será el mismo.
Después, se seca la cadena con un trapo y luego aplicamos el lubricante que más nos guste. En mi caso, utilizo aceite con Teflon que, para recorridos urbanos y en un clima sin demasiada lluvia como es el caso, tiene un gran rendimiento.



jueves, 2 de febrero de 2012

Los cuidados del sillín Brooks

Como comentaba en la entrada anterior, una de las curiosidades de los sillines Brooks es que, al ser de piel, requieren de unos cuidados específicos para mantenerlos en óptimas condiciones.
En general, existe bastante consenso respecto a la recomendación de usar para ello el producto que ofrece la propia Brooks: una crema llamada Proofide que mantiene hidratada la piel del sillín a la vez que la dota de cierto grado de impermeabilización.
Brooks Maintenance Kit
Seguramente existen otros productos similares al Proofide. Sobretodo asociados a disciplinas en las que haya elementos de piel de este estilo, como puede ser la hípica con las sillas de montar. Pero la bici parece una disciplina más universal (y barata) que la hípica y el Proofide tiene 3 ventajas: es el producto recomendado por la marca (con lo que es el producto de referencia en el ámbito ciclista), se puede encontrar con facilidad en cualquier tienda que venda estos sillines o por internet (en la misma Amazon) y no es un producto caro (se supone que una lata dura años). Por lo que tampoco vale la pena ponerse a buscar mucho más para ahorrar 3 o 4 euros en varios años.


Cuando me regalaron el sillín, mi primera preocupación fue decidir qué había que hacer con él antes de ponerlo en la bici. Sobre este tema ya no existe unanimidad y cada uno tiene su receta basada en la experiencia. La propia Brooks tampoco recomienda estrictamente nada especial más allá de usar Proofide con relativa frecuencia:

"Proofide should be used several times during the ‘breaking-in’ period and every 3-6 months thereafter. On bicycles not fitted with mudguards, an initial application to the underside of the saddle will be beneficial, this needs not to be polished off."

Me fastidia tanta ambigüedad. Si son sus sillines y llevan fabricándolos ciento y pico de años, debieran poder explicar exactamente cómo y con qué frecuencia hay que efectuar su mantenimiento y el proceso de puesta a punto, si se requiere uno. Así pues, me fui a pedir consejo a la gente de Cap Problema (la tienda donde compré la Brompton. Verdadero templo de Brompton en BCN y un lugar donde el trato al cliente es sencillamente exquisito). Ellos me comentaron que, durante todos estos años, lo que mejor les había ido era lo siguiente:
 
"Antes de instalar el sillín en la bici, ¡sumérgelo! en agua tibia durante unos minutos. Sabrás cuando sacarlo porque, conforme el agua vaya penetrando la piel, el sillín irá adquiriendo un tono más oscuro. Cuando toda la superficie se haya oscurecido de manera uniforme (5 o 10 min) sacas el sillín del agua, lo secas con un paño, lo pones en la bici y te das un paseo de media o una hora. Al día siguiente ya puedes usar la bici con normalidad. Y al cabo de 2 o 3 días, cuando se haya secado por completo (yo esperé 5 días por pura paranoia) le aplicas Proofide tanto por la parte superior como por la inferior tal y como dice Brooks. Lo haces un par o tres de veces durante el primer mes y luego vuelves a aplicar el tratamiento a la parte superior cada 6 meses más o menos."

Aunque había leído esta misma recomendación hecha por uno de los foreros de foromtb, el consejo de la gente de Cap Problema fué definitivo para validar mi confianza en él. Así que seguí estas indicaciones y el sillín va de maravilla. Supongo que el hecho de haberlo mojado antes de la puesta inicial ayuda a que coja forma más rápidamente y es la causa de que pese a ser yo un peso ligero y llevar menos de 300Kms con él, ya lo sienta bastante cómodo.