jueves, 17 de mayo de 2012

Miradas furtivas

Pasan unos minutos de las 8 de la mañana. O quizá aún falten algunos. Depende del día y de cómo ha ido la batalla con el despertador. Voy sentado en el vagón de metro concentrado en la lectura. Alzo la vista un momento para comprobar en qué estación nos encontramos. Y es entonces cuando me doy cuenta de que otro pasajero me observa con disimulo pero con una mezcla entre curiosidad y admiración. La escena se repite con frecuencia prácticamente diaria desde hace unos meses. Pero, no nos engañemos. La primera vez ya me di cuenta de que no era yo el observado. La miran a ella. La bici plegada junto a mi asiento es el imán que atrae las miradas furtivas.
Y, en el momento en que me levanto para salir del vagón y comienzo a arrastrarla cual trolley, el efecto imán se acentúa e incluso llega a provocar que completos desconocidos se lancen a hacerme algún comentario sobre lo práctica que parece esa bicicleta. Pero el clímax de la atención se genera con el ritual del plegado y desplegado. Ahí sí que, más de una vez, he pillado a algún transeunte completamente boquiabierto ante el resultado de la hipnótica y brevísima (nunca lo he medido, pero no creo que llegue siquiera a los 30 segundos de duración) coreografía que se repite cada vez que entro o salgo del metro, de casa, del trabajo o de alguna tienda.

Como un ejemplo más, esta tarde, justo al llegar al portal de casa, una familia que venía detrás de mí se ha detenido para que el niño pequeño (que, según parece, ya venía interrogando a su madre sobre esa bicicleta tan peculiar) pudiera ver en directo cómo era eso de plegar una bicicleta. Ni que decir tiene que el chavalín ha flipado.

Y, es que, no es para menos. La Brompton plegada es un auténtico milagro de la ingeniería y basta con compararla con cualquier otra bici plegable para entender por qué causa tanta admiración.

Hace ya algunos días, en el vagón de metro, frente a mí, había otra plegable: una Monty (desconozco el modelo).  Ese día fui yo el que se convirtió en mirón asombrado por la gran diferencia existente entre uno y otro tipo de plegado. De hecho, no pude resistirme y, no sin cierto disimulo, hice la foto que aquí se ve para ilustrar la diferencia entre uno y otro tipo de bicicleta.

Vaya por delante que desconozco si esa marca dispone de bicicletas con otros tipos de plegado, y que seguramente esa bici tenga otras virtudes (por ejemplo, el precio) que la hagan preferible a la Brompton en determinadas circunstancias. Pero, más allá de consideraciones más o menos pijeras sobre estética, marcas o precios, me llamaron la atención 2 cosas:
- La primera, el aspecto caótico del conjunto plegado. La verdad es que, mirando la foto con posterioridad, creo que en parte se debe a que no está plegada del todo (apostaría a que puede bajarse el sillín y entonces apoyaría en el suelo la tija, aunque quizá no sea fácil o práctico y por eso lo dejan así). Pero, así y todo sobresalen cables, pedales e incluso una de las ruedas parece que tiene cierta capacidad de giro. En resumen, no da la sensación compacta que produce una Brompton.
- La segunda: no parece fácil de transportar así. De hecho, mi impresión se confirmó al comprobar como la chica cargaba con ella para salir del vagón y luego se veía obligada a desplegarla para transportarla  por el interior de la estación y llegar a las escaleras. Nada que ver con la facilidad para mover una brompton plegada.
Definitivamente, si alguna vez había dudado de si la Brompton era la opción más adecuada para un uso combinado con el transporte público, al ver a aquella chica salir del vagón cargando con su bici, lo tuve clarísimo. No quiero otra.

jueves, 10 de mayo de 2012

European Cycling Challenge by endomondo


Durante este mes de mayo, los usuarios de Endomondo (un software "social" de tracking GPS para hacer el seguimiento de tus actividades deportivas) tienen un reto propuesto por diversas ciudades europeas: la Europan Cycling Challenge. Se trata de una competición por equipos de diversas ciudades, entre las que se incluye Barcelona, en la que los usuarios que quieran pueden ir registrando sus recorridos habituales en bicicleta por ellas durante todo este mes. Eso sí, solo cuentan los recorridos del tipo que en endomondo llaman "Cycling Transport". Es decir, no sirven salidas en Mountain Bike o salidas kilométricas para entrenar con la bici de carretera. Se buscan desplazamientos urbanos puros y simples.
Al margen del formato de pseudo-competición entre ciudades y entre los propios usuarios de cada ciudad, el reto permitirá recopilar información de cada una de las ciudades participantes sobre los hábitos de transporte ciclista de sus usuarios, como la distancia media que se recorre en cada viaje, las horas punta de este tipo de transporte y, sobretodo, los recorridos más habituales de los usuarios. De hecho, de la organización del evento se encarga la CIVITAS Initiative ("City-Vitality-Sustainability", or "Cleaner and Better Transport in Cities"), una iniciativa de la UE cuya misión principal es ayudar a las ciudades a introducir mejoras en sus políticas de transporte para fomentar así una movilidad urbana más sostenible.
Por ello, se supone que la información recopilada será utilizada luego por cada una de las ciudades para mejorar el diseño de su red de transporte en lo que a ciclismo urbano se refiere. 
Aunque poner en marcha endomondo en el móvil cada día y para cada desplazamiento no es algo que me haga demasiada gracia, creo que la iniciativa vale la pena si ayuda a mejorar en algo la circulación en nuestra ciudad, por lo que me he adherido a ella.

Eso sí, hay que espabilar que por ahora nos gana Tallinn :-)