viernes, 27 de enero de 2012

1.000 Kms en Brompton

1000 Kms en cuatro meses. Se dice pronto.
Seguramente 1.000Kms en bicicleta no son gran cosa para una gran parte de los ciclistas amateurs que circulan por ahí y que pueblan muchos de los foros sobre este tema que abundan en la red.
Sin embargo, existe una gran cantidad de ciclistas esporádicos, entre los que me incluyo o, mejor dicho, incluía, que utilizan la bici algunos fines de semana y difícilmente alcanzarán esa cifra, no en un año, sino en varios.


Llevaba mucho tiempo pensando que sería fantástico poder ir en bicicleta al trabajo. El problema era que la dificultad de encontrar un recorrido relativamente seguro y, sobretodo, la distancia (unos 16Kms) me echaban para atrás. Afortunadamente, en los últimos años Barcelona ha sido "tomada" por ciclistas y patinadores y se han multiplicado los carriles bici (algunos de mejor calidad que otros, pero eso será tema de otra entrada en este blog), con lo que el primer impedimento se ha ido diluyendo.


El tema de la distancia es complicado. Sin disponer de vestuarios donde cambiarse a la llegada, es difícil arriesgarse a hacer una distancia considerable para ir a trabajar. Sin embargo, desde hace ya algunos años hago ese recorrido de vuelta a casa en patines durante los meses de primavera y verano. Voy en metro con los patines en una mochila y vuelvo patinando. Aunque aplicar este mismo concepto a la bici parece fácil, en la práctica no es tan sencillo. Simplemente no es posible entrar con la MTB al metro en hora punta en un día laborable. Por no hablar de la incomodidad de cargar con ella durante los transbordos o la dificultad de entrar al vagón con semejante armatoste si el tren va bastante lleno.


Por un momento, pareció que el ayuntamiento de BCN se iba a encargar de solucionar mi problema. El Bicing parecía una idea muy buena. Pero rápidamente se pusieron de manifiesto sus carencias: dificultad para encontrar bicicletas en horarios concretos, uso limitado a recorridos cortos (máximo media hora sin penalización) y la negativa a extender el área de uso a los ayuntamientos adyacentes convirtió este servicio en algo que, en mi caso, tenía una utilidad poco menos que anecdótica.


Hasta que apareció un compañero de trabajo con una Brompton. Impresionante juguete. Al principio causa curiosidad y cierto escepticismo ¿esa cosa plegada que apenas ocupa lo que una maleta es una bicicleta? ¿y aguanta a un adulto? ¿y no se rompe con cuatro veces que la plegues y desplegues? ¿y es fácil plegarla? ¿y cuanto pesa? ¿y qué prestaciones ofrece? A mí, el concepto de bicicleta plegable me remitía al recuerdo de una BH de paseo que tuve hace ya demasiados años y que, desde luego, no estaba pensada para un uso urbano intensivo.
Después de unos meses de ver a mi compañero de trabajo llegar cada día con la Brompton y saber que la llevaba en tren sin pegas de ningún tipo por parte del personal de Renfe ni del resto de pasajeros, tuve claro que ahí estaba mi oportunidad. Era factible ir a trabajar en metro y volver con la bici si usaba una plegable.


Así pues, a mediados de septiembre de 2011 compré una Brompton. Una flamente M3L negra. El primer día me asaltaban algunas dudas: ¿seré capaz de tener la constancia suficiente para llevarla en metro a diario? ¿me cansaré de plegarla y arrastrarla por los pasillos en los transbordos y de tener que cargar con ella para subir las escaleras de la estación? ¿y eso de entrar a un vagón lleno de gente con el trasto ese que, por pequeño que sea, ocupa un espacio considerable? Espero no estar tirando casi 1.000 euros...
Pero eso fué el primer día. El segundo, quizá. Cuatro meses después la respuesta a mis dudas se encuentra en el título de este post: 1.000 Kms! (A día de hoy ya son 1.200) La Brompton se ha convertido en un vehículo del que cada vez me cuesta más prescindir y con el que me desplazo por Barcelona con una comodidad inaudita. Y, además, con rapidez. ¡Si hago el recorrido en bici en menos tiempo del que lo hacía en Metro!


De seguir este ritmo, llegaré a los 3.000 Kms en un año. Esos son, probablemente, más kilómetros de los que haya hecho en bicicleta durante toda mi vida. La cifra impresiona. Pero lo impresionante es que se trata de algo al alcance de cualquiera y no solo de ciclistas serios que hacen salidas de 100Kms prácticamente cada semana. Espero que este blog continue activo por entonces para poder dejar constancia.



2 comentarios:

  1. Hola Marcos! me he sentido identificado contigo desde la primera hasta la última línea de este Post. Yo también soy usuario Brompton y venga la mayoría de días desde Paseo de San Juan/Diagonal hasta Cornellà... prácticamente 15 km por trayecto... y me encanta! los días que por una razón u otra me veo obligado a coger el metro, no voy tan a gusto como cuendo cojo mi pequeña gran máquina de comer kilómetros.

    Felicidades!

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  2. Eso mismo me pasa a mí. Cada vez me cuesta más renunciar a la bici para cualquier desplazamiento.
    Gracias!

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