viernes, 19 de julio de 2013

7.000 Kms


Esta semana he pasado los 7.000 Kms. He tardado algo más de lo previsible, pero es que últimamente he reducido mi kilometraje diario. Con la llegada del calor he vuelto a hacer el viaje de ida al trabajo en metro y reservo la Brompton para la vuelta a casa. Evito llegar sudando al trabajo y, además, tengo una hora para leer en el metro :-)
Y, ¿qué ha ocurrido en estos últimos 1.000Kms? Pues siguiendo con la tónica habitual, no mucha cosa. La cubierta delantera todavía aguanta sin cambiar. Ahora ya sí que está en las últimas, e incluso tengo comprada desde hace semanas una Marathon para sustituirla, pero he decidido esperar a la vuelta de las vacaciones para hacer el cambio.
La única novedad durante este tiempo es que al fin me he decidido a comprar una bomba para la bici. Hace un par de meses fui a una gasolinera a hinchar las ruedas y salí de allí con ellas mucho peor que llegaron. No era la primera vez que me pasaba, pero esta fue la gota que colmó el vaso. La verdad es que cada vez que me acercaba a una gasolinera a repasar la presión de la Brompton la experiencia no era lo que se dice perfecta. El lamentable estado en que suelen encontrarse los compresores convierte el inflado en una lotería en la que no sabes si te vas a pasar de presión y provocar un reventón o, si por el contrario, vas a salir de allí con los neumáticos desinflados.
Así que me decidí y compré una bomba de pie con manómetro en Decathlon. Llega a los 11 bares, lo que me da de sobra para inflar las ruedas de la Brompton y el resto de bicis. Visto que en casa ya hay 5 bicicletas está claro que no van a faltar ocasiones para utilizarla y  la experiencia de conducción de la Brompton ha mejorado muchísimo. En esta bici llevar la presión adecuada influye mucho en la fluidez con la que se rueda y ahora ya se ha acabado eso de tirarme 2 meses sin mirar la presión de los neumáticos.

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