jueves, 27 de febrero de 2014

Fallo en la dinamo

Pues no todo iba a funcionar siempre maravillosamente. Ayer tarde, al volver a casa, noté que que la luz trasera parecía no funcionar o, al menos brillaba menos de lo habitual. Al principio no estaba muy seguro ya que aún no había anochecido y con la luz de ambiente las de la bici apenas si destacaban. Pero conforme comenzó a oscurecer quedó patente que algo no iba bien. La luz trasera emitía una luz muy ténue y de tanto en tanto algunos destellos con su brillo habitual, y la delantera ni siquiera se encendía. Al llegar a casa, definitivamente ni una ni otra luz funcionaban.
Una vez en casa hice una comprobación rápida de las conexiones y todas parecían correctas. Por lo que he podido ver, a la luz trasera sí le llega corriente y una vez en casa volvía a encenderse al girar la rueda, pero en la delantera no hay el menor signo de actividad. Quizá se haya fundido la bombilla. Si es así, ha durado bien poco. Llevaré del orden de 800kms con la dinamo instalada, lo que no corresponde a más de 50 o 60 horas de funcionamiento (contando con que siempre haya ido encendida).
He leído en alguna ocasión que pueden producirse problemas con la dinamo en bajadas muy pronunciadas donde se alcanzan grandes velocidades de golpe y causan algún tipo de sobrecarga. Pero este no es el caso, ya que en ningún momento del recorrido la velocidad llegó a sobrepasar los 25km/h. Así que no sé qué debe haber pasado.
Ni hoy ni mañana necesito la luz en la Brompton, por lo que aprovecharé este fin de semana para desmontarla con tranquilidad y ver qué ha ocurrido.
En cualquier caso, por ahora no deja de ser una decepción.



viernes, 17 de enero de 2014

9.000 Kms y primeras impresiones de la dinamo

Bueno, pues hoy he superado los 9.000Kms con la Brompton. No es mala cifra. Novedades en este tiempo, pocas. Básicamente, las comentadas en el post anterior: al fin he cambiado la cubierta delantera y llevo ya una semana circulando con la dinamo Shimano.

Como ya expliqué, en el momento de comprar la Brompton me planteé incorporarle una dinamo, pero el hecho de no querer arriesgarme a tener que esperar semanas o meses para la entrega de la bici y las reticencias por el aumento de peso que suponía, me hicieron desistir.
Respecto al retraso en la entrega ahora ya no podía haber miedo alguno, pero el asunto del peso extra todavía me causaba cierta incertidumbre después de instalarla. Al fin y al cabo, cuando coges la rueda de la dinamo y la comparas con el peso de la rueda estándard, la diferencia es notable. Y luego estaba el asunto del posible impacto en el rendimiento. Es cierto que si intentas girar la rueda con la mano, cuesta bastante más que antes y, sobretodo, con un solo "golpe" aguanta mucho menos girando. Lógico, por otra parte. La dinamo no deja de estar compuesta por un montón de imanes y estos de alguna forma oponen cierta resistencia al giro, al menos a bajas velocidades.
De todas formas, faltaba probarla "en serio" y creo que con una semana de uso ya puedo dar una opinión bastante completa.
Primero, el peso: no se aprecia en absoluto. La bici puede pesar 200 o 300 grs más que antes (la rueda delantera pesa bastante, pero las 2 luces son ligerísimas, más que las que llevaba antes) pero no se notan, ni circulando, ni tampoco al cargar con ella. Uno de estos días he tenido que hacer un trayecto en metro y no he notado ningún cambio al tener que cargar con la Brompton para subir o bajar escaleras. Pesa algo más pero no es suficiente incremento para que sea evidente al cargar con ella plegada durante unos metros.
En realidad esto ya me lo imaginaba. Y es que, la obsesión por la ligereza se me pasó el día que instalé el sillín Brooks :-)

Luego estaba la cuestión del rendimiento lumínico. He leído de todo. Desde gente que habla maravillas hasta otros que ponen el sistema a parir y dicen que, o instalas una dinamo SON o estás tirando el dinero ya que esto no alumbra nada.
Pues bien, respecto de la luz, debo decir que es más que correcta. El piloto trasero ilumina muchísimo y el sistema para acumular energía que le permita seguir funcionando en parado funciona perfectamente. He comprobado que con solo recorrer 300 o 400 metros la luz trasera ya aguanta funcionando sobradamente el tiempo que dura un semáforo. Y, si circulas durante un tiempo considerable, puede sobrepasar fácilmente los 5 minutos. No sé donde está el límite. No lo he medido, pero he comprobado que después de 15Kms el piloto trasero ha aguantado encendido al menos 7 minutos. En cualquier caso, tiempo de sobra.
En cuanto a la luz delantera, la que lleva el kit es halógena. Pensaba que esto quizá penalizase respecto de la LED que yo llevaba antes, pero la verdad es que incluso ilumina más que aquella. No alumbra la carretera como si fuera de día, pero sobra para un uso urbano como el mío. Otra cosa que me intrigaba era si el brillo dependería mucho de la velocidad. He visto que basta con ir a unos 2Kms/h para que la luz ilumine ya de forma perceptible (sobretodo para que te vean) y que a poco que aumentes la velocidad rápidamente aumenta la intensidad. A velocidades en torno a los 15Kms/h ya se ha alcanzado el máximo de intensidad o queda muy poco margen de mejora. Así que tienes toda la potencia disponible a velocidades moderadas, que son las más habituales.

Y, por último, quedaba saber si tenía o no algún tipo de incidencia en la facilidad para el pedaleo. Entre el peso y los imanes, ¿se nota a la hora de circular? La verdad es que no. O, mejor dicho, en un uso urbano normal, no he notado nada. Supongo que si eres Roberto Heras y vas al campeonato del mundo de Brompton, no será lo más recomendable instalar una dinamo en la bici. Pero, para un usuario normal en trayectos mayoritariamente llanos o con subidas ligeras, no hay una diferencia apreciable entre la rueda con dinamo o la rueda estándar. Y tampoco la he encontrado entre llevarla encendida o apagada. De hecho, visto que no se nota, he acabado por dejarla encendida permanentemente.

Conclusión: creo que la shimano es una opción perfectamente razonable si quieres llevar una dinamo de buje. Imagino que la SON será mejor, pero esta es más que suficiente. No le veo inconvenientes, me permite tener la garantía de que siempre tengo la luz disponible en perfectas condiciones y me olvido de tener que cambiar o recargar pilas, que era la parte menos "sostenible" de la Brompton. Desde luego, no es imprescindible. Si tienes la seguridad de que apenas vas a utilizar la bici en condiciones de oscuridad, es totalmente innecesaria y te basta con cualquier luz led pequeñita para señalizarte. Pero si requieres de la luz a diario, creo que es una buena opción. Eso sí, si la dinamo tuviera el acabado en cromado como la SON en lugar de ese triste tono de aluminio mate, sería perfecta :-)

domingo, 12 de enero de 2014

Instalando una dinamo de buje


De nuevo los Reyes Magos me han dejado una pequeña sorpresa para la Brompton. Esta vez ha sido un kit de instalación de una dinamo de buje Shimano con sus correspondientes luces.
Como ya había comentado en alguna ocasión, yo llevaba luces de pilas. Una Cateye de led con cuatro pilas recargables delante y una pequeña luz de 3 leds rojos detrás. No necesitaba mucho más; creo que dan luz suficiente para mi recorrido habitual y la única queja que tengo de ellas es que, sobretodo en la delantera, su rendimiento decae muy rápido conforme se van gastando las pilas. Así que tienes que estar pendiente de ir recargándolas o puedes encontrarte con que un día no tengas luz cuando la necesites.

De hecho, la dinamo de buje es una de las posibilidades de equipamiento que me miré cuando compré la bici. Me parecía una idea muy interesante, pero lo descarté por dos motivos: aumentaba el peso de la bici en unos 300grs (respecto a llevar luces de pilas) y yo por esa época estaba bastante obsesionado con la ligereza de la Brompton; y no tenían una Brompton así en stock en la tienda. Y yo no quería arriesgarme a un tiempo de entrega de semanas o meses. Así que renuncié a él.
Nunca me arrepentía de no ponerlo, pero ahora que lo tengo, hay que darle una oportunidad. Así que esta mañana me he puesto a instalarlo.
Componentes del Kit
Antes que nada, el despiece: el kit consta de una rueda con el buje de dinamo, (considerablemente más pesada que la rueda delantera estándard) y una pequeña caja de cartón en la que vienen la luz delantera halógena, el piloto trasero, 2 cables (uno que va del foco delantero al buje y otro del foco delantero al trasero), algunas bridas, un clip de soporte para el foco delantero, el eje de la rueda y tornillos diversos. La tira azul que se ve en la foto es el fondo de llanta de la rueda.
Aunque al ver las piezas sueltas da un poco de respeto, la realidad es que la instalación es muy simple.
- Primero desatornillas el soporte del catadióptrico delantero (que también sujeta el guardabarros y el freno) y en su lugar colocas el clip que soporta el nuevo faro. Es un proceso muy sencillo basta sacar el tornillo en el que está todo sujeto y poner en el sitio en que estaba el catadióptrico el nuevo clip, que trae sus propias arandelas.
- Después conectas los dos cables a la luz delantera y colocas esta en el clip con su correspondiente tornillo.
- Luego pasas el cable que va a la luz trasera tal y como explica el manual. Primero por el hueco entre la horquilla y el guardabarros delantero, luego lo llevas hasta la arandela que sujeta los dos cables de freno, y desde ahí al pasacables que hay en el cuadro a la altura del plato. Luego, aprovechando que las vainas del basculante son huecas, lo pasas por la vaina derecha y, cuando sale junto al piñón lo subes a lo largo del tirante hasta donde se coloca la luz trasera.
- Si no lo habías hecho, ahora desmontas la luz trasera pero NO colocas todavía la nueva.
- Es importante pasar el cable y conectarlo a la luz trasera antes de instalarla en el cuadro, ya que si no, no es posible conectarlo a esta por falta de espacio. El kit trae una pequeña pieza negra con dos agujeros que es donde hay que poner los cables y luego encajar esta pieza con los cables en el hueco con los conectores que trae la luz trasera. Ahora ya se puede atornillar el foco trasero en su lugar.
- Hecho esto, ya solo falta asegurar el cable con bridas desde atrás hacia adelante. Primero al tirante, luego a los cables de freno, para que siga el mismo recorrido que estos y finalmente al aro que guía los dos cables frente a la potencia para asegurar que siempre está bien doblado.
- Y, por último... poner la rueda nueva. Quitar la rueda es sencillo. La desinflas, sacas los tornillos y los seguros y listo. Y ponerla, también. Solo hay que tener la precaución de que el conector de la dinamo debe ir en el lado derecho y perpendicular a la zona de la horquilla en que se aloja el eje de la rueda. Se conecta el cable corto al buje y se asegura en la horquilla con las bridas que quedan.

Y esto es todo. Total, unos minutos de trabajo salvo por un pequeño detalle: a la rueda nueva hay que ponerle una cámara y una cubierta. Yo, de paso, aproveché para cambiar la cubierta delantera que todavía seguía usando pese a estar ya en pésimas condiciones.
Y, ¿por qué me resistía a cambiarla? Porque cuando cambié la cubierta trasera sufrí lo indecible y esta no ha sido diferente. Poner una Marathon en una llanta de Brompton es una experiencia nefasta. Tardé más en poner la cubierta que en hacer el resto del montaje en la bici. Si no supiera que la cubierta está pensada sin duda alguna para esta llanta, creo que al cabo de unos minutos de intentarlo habría llegado a la conclusión de que es demasiado pequeña.
Menos mal que no he pinchado jamás. Si tuviera que cambiar las cubiertas con mayor frecuencia, me pensaría seriamente cambiar de bicicleta :-)

Ahora solo queda probarla para ver si da o no buen resultado, tanto por la intensidad de luz, como por el peso adicional o el sobreesfuerzo al pedalear. La semana que viene lo sabré.

martes, 31 de diciembre de 2013

El ROI de ir en bici


Últimamente he estado dándole vueltas a ver cómo averiguar de una forma más o menos fiable el ROI de la Brompton. Es decir, teniendo en cuenta lo que costó y lo que se supone que dejo de gastar en otros transportes, ¿sale a cuenta ir en Brompton a trabajar?
No pongo en cuestión el uso de la bici ni las ventajas adicionales para la salud que vaya a reportar. Simplemente es un tema práctico. Si el hecho de ahorrar es un factor a la hora de cambiar a la bici como medio de transporte, ¿vale la pena la inversión que supone una Brompton?

Dado que, en mi caso, el uso de la Brompton no ha sustituido completamente al del transporte público y , además, tampoco conozco el número exacto de viajes a lo largo del año, no puedo simplemente decir: "antes gastaba X y ahora no gasto nada. Hasta dentro de tanto tiempo no ahorraré lo que costó la bici."
Pero sí que puedo llegar saber lo que he dejado de gastar usando la bici durante este tiempo. Mis trayectos son siempre iguales. La bici se usa el 99.9% de las veces para ir de casa al trabajo y del trabajo a casa. Y eso son 15kms por trayecto. Es decir, cada 15Kms corresponden a 1 billete de metro (en mi caso, un trayecto de la tarjeta T-10).

En 2011 hice 888kms con la Brompton (la compré en septiembre). En 2012 hice 3810kms y este 2013 4416kms. Así pues, solo hay que ver a cuántos viajes corresponden y multiplicar por el coste del billete en cada año. En 2012 es algo más complicado, ya que entre finales de febrero y septiembre hacía 6kms extra cada día sin que correspondieran a un trayecto de metro. Pero, dado que también eran siempre iguales, son fáciles de eliminar del total. Así pues:

  • 2011: 888kms / 59 trayectos / PVP T-10: 8,25€ / Ahorro: 49,5€
  • 2012: 3120kms  / 208 trayectos / PVP T-10: 9,25€ /Ahorro: 194,5€
  • 2013: 4416kms / 294 trayectos / PVP T-10 9,80€ /Ahorro: 294€
Como puede verse, en estos poco más de 2 años he dejado de gastar unos 550€ en transporte público. La Brompton costó 920 euros (1.000€ si contamos las manetas y los puños Brooks que añadí más tarde) así que, a este ritmo (y contando con que el precio del transporte público cada vez es mayor) en menos de 2 años habré "dejado de gastar" una cifra superior a lo que costó la bicicleta. Cierto que hay que contar también el mantenimiento. Pero la realidad es que este es mínimo. En todo este tiempo he gastado 34€ entre una cadena nueva y la cubierta trasera (la delantera sigo sin cambiarla aunque ya debiera). La Brompton es una máquina de devorar kilómetros que apenas requiere mantenimiento (supongo que en esto algo tendrá que ver su precio) por lo que es de esperar que en estos dos próximos años no haya un gasto mucho mayor que el relativo a cambiar ambas cubiertas y otra cadena. 

Por tanto, ¿sale a cuenta ir en bici al trabajo? Por supuesto, cada caso es diferente y depende mucho del trayecto de cada uno. Pero, dejando de lado otros beneficios no "económicos", ir en bici a trabajar resulta muy barato. Incluso con una inversión tan elevada como la de una Brompton, conseguir un ahorro es factible en un lapso de tiempo razonable. Y si llevas una bici más barata,  no hay discusión alguna.


viernes, 25 de octubre de 2013

Groningen: La mejor ciudad del mundo para ir en bici

Streetfilms, una organización dedicada a la producción de pequeños documentales destinados a concienciar sobre el uso de modos de transporte sostenibles, ha publicado recientemente un documental llamado "Groningen: The World's Cycling City".


Vale la pena destinar los poco más de 15 minutos que dura a mirarlo con atención. Lo que han conseguido en esta ciudad es poco menos que idílico. Según el vídeo, el 50% del total de desplazamientos en la ciudad se hacen en bicicleta y la cifra sube al 60% si nos ceñimos estrictamente a los barrios del centro. De hecho, resulta lógico una vez que te explican que la ciudad está pensada para que la bici sea el medio de transporte más eficiente en los desplazamientos internos. Las calles y los flujos de circulación están diseñados para primar el uso dela  bicicleta y el transporte público y los coches deben normalmente dar un rodeo mucho mayor para moverse por el centro. De esta forma, la ciudad es mucho más agradable, los espacios peatonales son mayores, hay menos contaminación...

Pero lo que más me ha llamado la atención es que, al empezar a ver las primeras imágenes y oír las primeras cifras (vamos, poco menos que lo que pone el párrafo anterior) incluso siendo yo un fan absoluto de la bici como transporte urbano, no pude dejar de caer en la tentación de pensar: "...Ya, pero Barcelona no es así, Barcelona es mucho más grande, Con esas calles que tienen cualquiera va en bici, Aquí a ver cómo sacas a los coches del centro, Es que eso es Holanda y allí esto casi no tiene mérito....".
Y eso es lo que podría parecer hasta que escuchas a la gente explicar cuando y cómo comenzó todo esto  (con la llegada a la alcaldía de un partido de izquierdas que decidió apostar por este modelo de ciudad) pero, sobretodo, las reacciones que suscitó: ¡de rechazo total!. Cuando el alcalde dijo que se iba a sacar a los coches del centro y hacer que sus recorridos fueran más largos en beneficio de bicicletas y autobuses, las predicciones fueron de debacle total. Imposibilidad de llevarlo a cabo, desaparición de toda actividad comercial y poco menos que la ruina. Es decir, las mismas excusas y temores que yo mismo había expresado lineas más arriba. Sin embargo, nada de eso ocurrió y hoy tienen una ciudad que causa admiración. No fue fácil, pero parece que ha valido la pena.
Pero lo mejor viene cuando hablan del IKEA que hay en la ciudad y lo ponen como ejemplo de esta transformación. Jamás hubiera pensado que un centro comercial de ese estilo pudiera desvincularse de la imagen del parking de coches que siempre tiene asociada. "A IKEA tienes que ir en coche". Por supuesto, el IKEA de Groningen también tiene un parking para coches. Pero también uno considerablemente grande para bicis (de hecho, hay 2, uno para clientes y otro para trabajadores) e incluso un servicio de alquiler de bicicletas de transporte a 2,5€ la hora para que puedas llevarte tus compras a casa.

Está claro que, dificultades al margen, no es cuestión de poder, sino de querer...

viernes, 19 de julio de 2013

7.000 Kms


Esta semana he pasado los 7.000 Kms. He tardado algo más de lo previsible, pero es que últimamente he reducido mi kilometraje diario. Con la llegada del calor he vuelto a hacer el viaje de ida al trabajo en metro y reservo la Brompton para la vuelta a casa. Evito llegar sudando al trabajo y, además, tengo una hora para leer en el metro :-)
Y, ¿qué ha ocurrido en estos últimos 1.000Kms? Pues siguiendo con la tónica habitual, no mucha cosa. La cubierta delantera todavía aguanta sin cambiar. Ahora ya sí que está en las últimas, e incluso tengo comprada desde hace semanas una Marathon para sustituirla, pero he decidido esperar a la vuelta de las vacaciones para hacer el cambio.
La única novedad durante este tiempo es que al fin me he decidido a comprar una bomba para la bici. Hace un par de meses fui a una gasolinera a hinchar las ruedas y salí de allí con ellas mucho peor que llegaron. No era la primera vez que me pasaba, pero esta fue la gota que colmó el vaso. La verdad es que cada vez que me acercaba a una gasolinera a repasar la presión de la Brompton la experiencia no era lo que se dice perfecta. El lamentable estado en que suelen encontrarse los compresores convierte el inflado en una lotería en la que no sabes si te vas a pasar de presión y provocar un reventón o, si por el contrario, vas a salir de allí con los neumáticos desinflados.
Así que me decidí y compré una bomba de pie con manómetro en Decathlon. Llega a los 11 bares, lo que me da de sobra para inflar las ruedas de la Brompton y el resto de bicis. Visto que en casa ya hay 5 bicicletas está claro que no van a faltar ocasiones para utilizarla y  la experiencia de conducción de la Brompton ha mejorado muchísimo. En esta bici llevar la presión adecuada influye mucho en la fluidez con la que se rueda y ahora ya se ha acabado eso de tirarme 2 meses sin mirar la presión de los neumáticos.

sábado, 1 de junio de 2013

Cambio de cadena

Hace unos días cambié la cadena de la Brompton. Ha durado 6.600 km. Recuerdo que, cuando compré la Brompton, enterarme de que la cadena de la bici había que cambiarla cada cierto kilometraje fue una de las primeras cosas que llamó mi atención. Al fin y al cabo, pese a que los augurios hablaban de cambiarla entre los 1.500 y 2.000 kilómetros, esas cifras eran totalmente estratosféricas para mi experiencia, con lo que jamás me había visto en la tesitura de tener que preocuparme por el desgaste de este componente.
¿Y cómo saber si ya toca cambiarla? Básicamente, midiendo la distancia entre eslabones. Pero, para facilitar la tarea, puedes comprar una pequeña herramienta que permite librarte de mediciones y cálculos de estiramiento. Tiene 2 pequeños salientes que hay que probar a encajar en los eslabones. Si consigues encajarla correctamente en la cadena quiere decir que esta se ha estirado y debes cambiarla.
En las fotos siguientes se puede apreciar el procedimiento de medición y la diferencia entre la cadena vieja y la recién colocada.

Esta es la cadena vieja. Como se ve, los extremos de la herramienta encajan perfectamente en los huecos de los eslabones por el lado marcado con 0,75. Esto indica un nivel de desgaste en el que debes cambiar la cadena. Si el lado que encajara correctamente fuera el marcado con 1.0 tienes que ir pensando en cambiar la cadena, los piñones y probablemente también el plato.


Y esta foto corresponde a la medición en la cadena nueva. Como era de esperar, la herramienta no encaja por ninguno de los dos lados.





Al final, la cadena ha durado mucho más de lo previsto. Si, cuando empecé con esto, las previsiones de otros usuarios hablaban de cifras en torno a los 2.000km, e incluso del uso de 2 o 3 cadenas de forma alterna durante períodos cortos, sobre los 500km, para alargar la vida de todo el conjunto de la transmisión, que yo haya llegado casi a los 7.000 puede parecer excesivo. Pero tiene una explicación:  mi Brompton solo tiene 3 marchas. Como, además, el cambio de una M3L es interno, solo hay un piñón. Así que la cadena sufre muy poco. Siempre está correctamente alineada y mantiene un nivel de tensión constante, puesto que no hay que subir y bajar de piñón cuando se cambia de marcha. Así que, en esas condiciones, el desgaste es mucho menor. Si le sumamos que es una bici que se usa por ciudad, y rara vez ha pisado fuera del asfalto (o el cemento de la acera/carril bici), las cifras resultan más razonables. De hecho, la cifra de los 1.500 - 2.000 he comprobado que es totalmente realista en mi BTT, donde sí he tenido que cambiarla al alcanzar esos kilometrajes.

Así pues, hace unos días pasé por Cap Problema a comprar un recambio. La cadena que lleva mi M3L es una SRAM PC1 de 98 eslabones (la que compras tiene 100, así que hay que quitar 2 antes de montarla). De todas formas, como en esa tienda son plenamente conscientes de que todos nosotros somos unos fans de la personalización de nuestras Brompton, me ofrecieron también una opción nueva: una cadena KMC con un baño de nitruro de Titanio que, aparte de ser estéticamente impresionante gracias a su color dorado, se supone que tiene una duración muy superior a la de una cadena normal. Ellos me hablaron de una duración del doble o más.
No está mal, pero el problema es que la cadena cuesta sobre los 50€ (y en mi bici parece ser que habría que hacer además algún apaño con el piñón y el plato, ya que las Brompton anteriores a 2012 llevaban cadenas más gruesas que las actuales), mientras que el precio de una cadena estándard ronda los 15€ y, visto el resultado que me ha dado, no me merece la pena el cambio. Así que he seguido con la de serie. Ahora, hasta los 13 o 14 mil kilómetros. Seguramente para entonces también tenga que cambiar el piñón o el plato, ya que los dientes de estos también se desgastan por el paso de la cadena, pero todavía queda para eso...