miércoles, 8 de agosto de 2012

Bici nueva

No, no me cambio la Brompton. La verdad es que no me veo abandonando esa bicicleta salvo que cambiaran radicalmente las condiciones de mi transporte diario y, así y todo, estaría difícil.
Lo que sí hago es cambiar mi BTT. Hasta ahora tenía una bicicleta sencilla, una Rockrider 5.2 de Decathlon, (con algunas mejoras, como los frenos de disco hidráulicos) que no me ha dado más que satisfacciones. Durante cuatro años la he usado para hacer rutas por la montaña (básicamente en los meses de verano) que han ido subiendo en dificultad y frecuencia hasta llegar este año a un punto en que lo exigente de los recorridos y el aumento del kilometraje anual (espoleado por los recorridos urbanos, que no han hecho más que intensificar las ganas de salir en bici), pedían a gritos mejorar la bicicleta. Como digo, la Brompton tiene gran parte de culpa de este cambio. Salir con la bici cada día no ha hecho sino acrecentar mi interés por utilizarla también los fines de semana. Aunque, en este caso, con un objetivo mucho más lúdico y por unos terrenos en que una Brompton, no nos engañemos, no tendría mucho que hacer.

Así pues, había llegado el momento de ir a una bici algo más sofisticada y ligera, que me permita enfrentarme a las subidas kilómetricas del Pirineo con un material más adecuado del que utilizaba hasta ahora. La elegida, finalmente, ha sido la Radon ZR Race 7.0. Igual que la de la foto.


Estoy tan emocionado como cuando compré la Brompton. Por eso, aunque no tiene mucho que ver con el ciclismo urbano (esta bici va a pisar muy poco el asfalto, y menos el de BCN), he querido compartirlo aquí. Comparado con la bicicleta anterior, es un cacharro imponente: transmisión y frenos XT, horquilla SID, 11kgs clavados... y espero sacarle un rendimiento similar al de la Brompton. Ganas no me faltan.